La arquitectura como la conocíamos antes de que explotara la burbuja inmobiliaria ha muerto. Era una arquitectura basada en la nueva edificación, realizada con baja calidad y con unos altos costes, tanto de construcción como de mantenimiento. Hoy toca repasar toda esa arquitectura y rehabilitarla para hacerla más eficiente y, sobre todo, más sostenible.
El pasado de la arquitectura fue la obra nueva ineficiente y el futuro es la rehabilitación energética. Por eso, estas jornadas, precisamente ahora, en una situación de cambio de concepto en el sector, tienen un interés altísimo.
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